domingo, 28 de abril de 2013

Italia, otra vez

Hace una semana que Italia llamó la atención de Europa sobre lo que está pasando allí, al renovar al casi nonagenario Napolitano como presidente de la República. Y hoy vuelve al primer plano de la actualidad, a raíz del tiroteo de un hombre desesperado por la actuación de los políticos. La austeridad que impone Berlín está llevando a la gente a situaciones extremas y todo va a ir a peor, pero a Alemania no le importa el sufrimiento que pueda imponer a la gente de otros países. En el fondo, la altivez económica germana de hoy recuerda la insolencia racial del Tercer Reich. Y Europa está atónita ahora ante esa soberbia, como lo estaba en los años treinta del siglo pasado ante los discursos nazis. Pero nada dura siempre; la situación cambiará cuando la gente se dé cuenta de que lo que está viviendo no es un problema coyuntural (que se resolverá después de 2016, como dicen Rajoy y otros grandes estadistas), sino la destrucción definitiva del Estado del Bienestar, tras la cual los ricos serán más ricos y los pobres serán más pobres. Igual, la Economía es la continuación de la guerra por otros medios, parafraseando al cabo austriaco del bigote más ridículo de Europa, el inefable Adolf Hitler.

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