Ciao, Villa

El secretario general del SOMA-FITAG-UGT, José Ángel Fernández Villa, anunció hoy su dimisión y su relevo en el poderoso sidicato minero y lo hizo con lágrimas en los ojos. Sabiendo que nadie tuvo en Asturias tanto sentido político como el de Tuilla –que pasa por ser un sindicalista, aunque vivió de la política 25 años–, este anuncio no puede entenderse sino como la confirmación de que la reducción de las prejubilaciones va en serio. El socialista se merece una estatua de las miles de personas que en Asturias viven de las pensiones que él negoció, pero su ferocidad hubiera sido inútil si no hubiera coincidido con la presencia de Alfonso Guerra en el Consejo de Ministros de España. Villa lo sabe y ha pedido clemencia de la Historia en su retirada del primer plano de Asturias. Don Gato –que sufrió como nadie su mal genio y su poderosa influencia en contra– va a tenerla en esta hora.