martes, 11 de junio de 2013

Fade

La Federación Asturiana de Empresarios –un club privado sostenido con dinero público– continúa presidido, de momento, por Severino García Vigón (que cobra por ello más de 12.000 euros al mes, no se olvide, lo que es una pasta cuando se está en paro, como es el caso), tras una operación palaciega en la que el susodicho ha obtenido el apoyo de las pequeñas y medianas empresas –es un decir; en Asturias, las empresas son o pequeñas o grandes–, frente a las compañías de más peso en la región, lo que llevará a la organización a convertirse en representante local de Cepyme. Hay quien explora ya la posibilidad de registrar FAE como sigla de Federación Asturiana de Empresarios, para inscribirla en CEOE. Pero es una pijada, porque Duro, Hidroeléctrica, Cesintra y demás pueden llamarse como quieran, que serán siempre lo que son. Y lo son por lo que importan, más que por lo que son.

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