martes, 12 de octubre de 2010

Merece la pena

A lo largo de su vida profesional, Don Gato ha entendido que hay noches que un periodista debe pasar de vigilia, para entender en plenitud su significado del momento y valorarlo en su justa medida: la del intento de golpe de Estado en la antigua URSS; la del final del Muro de Berlín; la del 23-F; la del concierto por la liberación de Mandela y algunas más. Con el tiempo, a esas noches en vela pertenecen los mejores recuerdos de su trabajo y se acaba de dar cuenta de que en ninguna de ellas debió estar pendiente de algo más importante que la vuelta a la vida de un ser humano; por eso, acaba de decidir que observará en directo la maniobra de salvación de una treintena larga de congéneres suyos abandonados a su suerte en una mina de Chile. Es verdad que no conoce sus nombres –contra lo que sucedía en las ocasiones anteriores, que afectaban a gente ilustre–, pero también lo es que la gesta le emociona. Tanto que reprimirá, hasta el final de esa resurrección verdadera, la pregunta que quiere hacer

No hay comentarios: