viernes, 26 de julio de 2013

Periodismo

Despierta este blog de su letargo estival para leer la cartilla a eso que se llama 'Periodismo ciudadano'. Advierte Don Gato a sus nuevos colegas de algunos rudimentos de esta profesión: en una tragedia como la del tren de Santiago, el periodista presta servicio en las primeras horas, informa en las siguientes e investiga de ahí en adelante. Contra lo que parece por la tele, los periodistas no tienen opinión (la tienen los analistas, entre los que puede haber algún periodista) y deben poner mucha atención en no dejarse llevar por el ambiente. En este caso en concreto, todo indica que el conductor iba a más velocidad de la permitida, pero la culpabilidad de un accidente en España sólo la determina un juez (mucha gente piensa ahora mismo que Rajoy es un delincuente, pero nadie se lo puede llamar porque le ampara la presunción de inocencia, sin ir más lejos) y las instituciones españolas estarán ahora empeñadas en encontrar a un villano, para evitarse la responsabilidad civil subsidiaria con las víctimas. Si a alguien le resulta tedioso tener en cuenta todo esto, igual no está en condiciones de hacer de periodista... por fácil que se lo pongan las redes sociales. Por cierto, difundir la cara del conductor, cuando muchas familias estarían dispuestas a matarle, es una canallada de mucho cuidado. Nadie dijo que ser periodista fuera fácil.

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