Lo del Rey de España

Anda revuelta la sociedad española por las últimas andanzas de su monarca y por su petición de disculpas. Don Gato tiene esto muy claro:
-Juan Carlos I ha cortado la hemorragia, con su declaración en la que se disculpa por haber ido a cazar a Bostwana en un mal momento. Pero (....)
-Está muy lejos de cerrar la herida que ha abierto en la sociedad española conocer estas cosas de su admirado Jefe de Estado. Y, de hecho, (...)
-Se enfrentan a la realidad de que tanto el país como el Rey, por primera vez en su mandato, dudan de si es la Monarquía el sistema preferido.
Olvidando estas preguntas del momento, la sociedad española se pregunta si el problema con su soberano va más allá del hecho de que se le haya pillado esta vez fuera de juego en un momento inoportuno (no porque estuviera de cacería entonces, sino porque sufriera un accidente en esas circunstancias; ya que la pregunta es inmediata: ¿cuántas veces estuvo lejos de aquí cuando los españoles estábamos pasándolo mal y nadie se enteró de ello porque no tuvo ningún percance en aquella ocasión?
Volviendo a la última aventura de Don Juan Carlos, surgen estas cosas:
-A ningún súbdito le gusta saber que su soberano duerme con otra mujer que su Reina. ¿Qué le vamos a hacer? A la plebe no le gusta el vicio... y, menos aún, cuando lo paga ("Para pagar tus vicios, pago los míos, que, al menos, me alegran la vida", dice un aforismo tan viejo como el mundo).
–Todo indica que el nieto de Alfonso XIII no hará sino darnos disgustos de ahora en adelante, de modo que toda España entenderá sus caprichos de viejo si, previamente, renuncia a sus privilegios... en favor de su hijo.
Así las cosas, parece claro que la única forma que tiene la Corona de España de evitar que crezca el discurso republicano es tomar a tiempo una decisión que le será difícil. Pero ¡qué le vamos a hacer!.... también le cuesta a Don Gato elegir si compra sus medicinas o si lleva comida a casa.