jueves, 15 de diciembre de 2011

Amaiur y otros dilemas del Congreso

Aburre escuchar los debates sobre si Amaiur (la formación de la izquierda independentista vasca) debe/puede/va a tener un grupo propio en el Congreso de los Diputados. Y aburre porque la decisión que lo establecerá no es de argumentos, sino política, ya que: es verdad que el reglamento exige, para tener grupo parlamentario, disponer de quince diputados (lo que no cumple Amaiur) O de 5 diputados (que sí) Y del 5% del electorado nacional (que también) MÁS el 15% del voto en las circunscripciones a las que se concurre (que no, en este caso); pero también que, sin cumplir estos requisitos, se han constituido muchos grupos parlamentarios en las pasadas nueve legislaturas de la Democracia (sin ir más lejos, el que permitió a Gaspar Llamazares tener presencia en la Cámara durante los cuatro años últimos, gracias a la 'triquiñuela' –se llama ahora– del BNG que apoyó a sus tres diputados –dos de IU y uno de ICV–). Luego toda perspectiva comparada reforzará la reclamación que defiende Amaiur.
Así las cosas, sucede que (salvo que se acepte que se puede dictaminar ad hominem, lo que pondría España al peor nivel) ser coherente con la historia parlamentaria de los últimos treinta años desmentiría la idea de que el llamado "entorno etarra" se ha beneficiado de la presencia de José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa... y ésta es una tesis muy querida por cierta derecha, a la que no le gusta reconocerse mendaz.
De modo que, al PP, le gustaría optar por el cumplimiento estricto de la ley para impedir que haya un grupo abertzale en el Congreso... pero ello llevaría al Grupo Mixto a Amaiur y al españolismo de UPyD; cosa que sería mala para la derecha, que ha encontrado en la ex-socialista Rosa Díez el fiel de la balanza que separa la buena izquierda de la izquierda mala (nada importa que la misma diputada que hoy pide laxitud en las interpretaciones del reglamento del Congreso criticara hace cuatro años esa misma posición llamándola "componenda en favor de IU"; ya se sabe que amatxu Rosa defiende lo blanco igual que sostiene lo negro...).
El caso es que, a pocas horas del inicio en la práctica de la X Legislatura, los asturianos no saben si Enrique Álvarez Sostres (diputado de FAC, como se recordará) podrá decir en la tribuna algo más que esto: "Hola, soy de Oviedo; buenos días". Dado que está, apenas, en el Grupo Mixto.

No hay comentarios: