Dice la delegada del Gobierno en Madrid –qué falta hace un delegado del Gobierno en Madrid, donde están las sedes de todos los ministerios; me pregunto–, Cristina Cifuentes, que las acciones de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca son similares a las del entorno de ETA, pero se equivoca porque en el conflicto vasco había dos bandos sociales y armados, mientras que en el de los pisos las armas sólo están del lado de las autoridades y el apoyo social sólo está enfrente.
En realidad, Cifuentes se refiere a la presión individual sobre los políticos –que se ha dado en llamar escrache y que ha denunciado la avilesina Carmen Maniega, entre otros diputados–. Como periodista, me he sentido presionado personalmente muchas veces por políticos y otra gente por haber publicado cosas que no gustaron.
Me han insultado, me han zarandeado, me han amenazado (a mí y a mi familia) y nunca puse denuncia alguna porque siempre creí que eran gajes del oficio. Así que, aunque no sea mi método preferido, el escrache no me escandaliza.
martes, 26 de marzo de 2013
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