Informan los teletipos (qué vieja palabra, pero qué bonita...) de que ha muerto en París Jorge Semprún. Y Don Gato siente congoja al recordar que, para morir como Jorge Semprún, este español –grande, donde los haya– tuvo que vivir como Federico Sánchez. Así que prefiere zanjarlo todo enviando un abrazo fuerte a su ex-compañera de trabajo Ana Rosa.
NOTA.– En otro momento, este blog desvelará la importancia de Ana Rosa y Semprún en el encumbramiento y el éxito del riojano Pedro J. Ramírez.
martes, 7 de junio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario