Los madrileños parecen haber encontrado en el primer centenario de la Gran Vía (a la que, en provincias, se sigue llamando "Avenida de José Antonio", lo que debería dar que pensar) un motivo de celebración para olvidar el paranoico discurso de la crisis. Y no tienen por qué, a la vista de la foto de Chema Moya que ilustra estas líneas. Porque la Gran Vía es hoy como hace cien años: un agridulce escaparate de Madrid.
Conviene saber que Chema -gran profesional y mejor compañero– es un buen fotógrafo de Prensa de la agencia EFE que se formó en 'D16'.
miércoles, 2 de junio de 2010
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